¿Qué es?
El éxtasis es un estimulante psicoactivo que suele fabricarse en laboratorios ilegales. En realidad, el término “éxtasis” ha evolucionado y ya no se aplica a una sola sustancia, sino a una variedad de sustancias con efectos análogos. Actualmente se suele considerar “éxtasis” a toda tableta con logotipo, independientemente de su composición química.
Si bien la droga suele circular en forma de tabletas, pastillas o píldoras, también puede venir en polvo o en cápsulas. La forma y el tamaño de las tabletas pueden variar mucho.
¿Cómo se consume?
Por lo general se ingiere, aunque también puede aspirarse o inyectarse.
¿Cuáles son sus efectos?
El éxtasis puede aumentar la capacidad de empatía y producir una sensación de intimidad afectiva con las personas que están alrededor. También aumenta la sociabilidad y la energía.
¿Cuáles son los riesgos del consumo de éxtasis?
A corto plazo, puede inducir al organismo a hacer caso omiso de señales de peligro como la deshidratación, el mareo y el agotamiento, y socavar su capacidad para regular la temperatura. Además, puede dañar gravemente órganos como el hígado y los riñones.
Algunas veces provoca convulsiones e insuficiencia cardíaca.
Si se consume en grandes dosis, también causa inquietud, angustia y alucinaciones intensas. El consumo prolongado de éxtasis puede dañar ciertas zonas del cerebro, lo que provoca grave depresión y pérdida de memoria.
Otros riesgos
Las tabletas, pastillas o píldoras que se venden como “éxtasis” pueden contener otras sustancias potencialmente peligrosas que pueden variar considerablemente en lo que respecta a su potencia y efectos
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