Cusco preparó sus mejores galas y no es para menos. Después de una pausa de dos años por la pandemia del covid-19, el 24 de junio revivirá su fiesta más emblemática: el Inti Raymi. La explanada de Sacsayhuamán, donde se desarrolla la ceremonia central, volverá a convertirse en el escenario del inca, la coya y el séquito imperial que junto a danzarines provenientes de los cuatro suyos harán vivir una experiencia inolvidable a los asistentes.
Las fiestas jubilares del Cusco de este año marcan un nuevo inicio y representan una oportunidad para la reactivación cultural y turística tras la pandemia, aseveró Fernando Santoyo Vargas, presidente del directorio de la Empresa Municipal de Festejos del Cusco (Emufec), organizadora del Inti Raymi.
Este retorno, aseguró, se caracterizará por el cumplimiento de rigurosos protocolos para tener unas “fiestas seguras, responsables y exitosas”.
Las fiestas jubilares de la Ciudad Imperial esperan congregar a 70,000 personas y alcanzar el 65 % de ocupación hotelera (3,500 habitaciones); en junio del 2019 llegaron alrededor de 210,000 turistas.
Este año, el programa incluye 165 actividades, de las cuales 17 son organizadas por la Emufec, entre desfiles de danzas y alegorías, festivales gastronómicos y el evento de bandera que es el Inti Raymi.
“A diferencia de otros años tendremos espacios más controlados, porque evitar la aglomeración será la mejor forma de luchar contra la pandemia. Además, es indispensable que todos, tanto artistas como público, tengan el esquema de vacunación completo”, sentenció.
Santoyo dijo a la Agencia Andina que “el cumplimiento de los protocolos será la mejor forma de mostrar nuestro respeto y cariño al Cusco, y ello redundará en el éxito de nuestras fiestas, que serán una experiencia cultural inolvidable”.
Solo podrán ingresar a Sacsayhuamán las personas que cuenten con el esquema de vacunación completo. Los asistentes, asimismo, deberán usar correctamente la mascarilla, aunque se trate de un espacio abierto.
Los súbditos hacen un alto en el traslado del inca por algunas calles de la ciudad del Cusco, que está de fiesta.
La coya o consorte principal del máximo gobernante del Tahuantinsuyo lo acompaña en cada momento de la evocación del Inti Raymi.
Los súbditos de mayor jerarquía cargan el anda del máximo gobernante del Tahuantinsuyo, quien encabeza los festejos jubilares.
La coya luce adorna su vistoso atuendo con joyas de plata, que simbolizan la Luna. No llevaba aretes, pues estaban reservados para los varones.
La explanada de Sacsayhuamán, el principal escenario del Inti Raymi, tiene capacidad para 3,770 personas, quienes, por primera vez, accederán a un sistema de traducción en cuatro idiomas (inglés, francés, alemán y español).
El guion que interpreta el inca es en quechua; por ello, antes se entregaba la transcripción en físico al asistente, pero muchas veces a este no le era posible acompañar a la par la escenificación.
“Por primera vez incorporamos un elemento tecnológico importantísimo, como es el sistema de traducción a través de pódcast en cuatro idiomas”, comentó.
Los asistentes tendrán en su boleto el QR para descargar la aplicación y, al momento de la escenificación, activar la grabación de cada uno de los actos del Inti Raymi, que traducido del quechua significa Fiesta del Sol.
Este mecanismo, que no es una traducción en tiempo real, solo estará disponible en Sacsayhuamán, donde se desarrollará la ceremonia principal que dura alrededor de 75 minutos.
Para garantizar la seguridad, el orden y la limpieza durante las fiestas jubilares, el 1 de junio se puso en marcha el Plan Sol, un programa interinstitucional gestionado por la Emufec y que cuenta con la participación de la Policía Nacional, Defensa Civil, bomberos, Cruz Roja, sector Salud y Ministerio Público.
Con etiqueta verde
Uno de los retos que la Emufec no pudo materializar en el 2020 por la pandemia fue obtener la certificación (sello de sostenibilidad o sello verde) para el Inti Raymi, tarea que se ha retomado con miras al 2024.
“El Inti Raymi podría convertirse en el primer producto turístico inmaterial costumbrista certificado en el mundo. No he encontrado ninguna fiesta costumbrista ancestral que tenga un sello de sostenibilidad”, sostuvo Santoyo a la Agencia Andina.
Entre los múltiples beneficios que traerá para el Cusco y Perú tener la etiqueta verde figuran el mejor posicionamiento en el mercado turístico del Inti Raymi y llegar a un visitante mejor segmentado.
“Al ser una actividad responsable [con el planeta] estará mejor posicionada y será más valorada por el visitante que busca experiencias que tengan menor impacto en el ambiente”, sentenció.
El Inti Raymi espera contar con un sello verde en el 2024, por lo que este año se fortalecerán las prácticas sostenibles en armonía con el medio ambiente.
Santoyo Vargas recordó que en el 2018 se midió la huella de carbono del Inti Raymi, es decir, los gases de efecto invernadero emitidos de manera directa o indirecta por el evento, para identificar puntos críticos.
Las variables empleadas fueron la generación de desechos, energía, transporte e impresión de materiales.
El Inti Raymi, que se celebra cada 24 de junio, es la prenda más vistosa que tienen las fiestas jubilares del Cusco para mostrarle al mundo.
A partir de ello se definieron prácticas sostenibles y estrategias de reducción más eficaces en la lucha contra el calentamiento del planeta, que fueron de la mano con una campaña de sensibilización y capacitación a los operadores turísticos y comerciantes.
En el 2019, por ejemplo, se aplicaron las recomendaciones como prohibir el ingreso de plásticos de un solo uso y tecnopor a Sacsayhuamán, que este año se volverán a poner en práctica.
“La sostenibilidad ambiental es un pilar fundamental en todo proceso de organización de Emufec. Paulatinamente estamos disminuyendo la huella de carbono y privilegiando a los proveedores que trabajen de manera más responsable con el ambiente”, enfatizó.
El Inti Raymi podría convertirse en el primer producto turístico inmaterial costumbrista certificado en el mundo.
Por ello, se trabaja con los operadores turísticos en responsabilidad ambiental, para que se comprometan y promuevan prácticas sostenibles.
Con el propósito de lograr el sello verde al 2024, se tiene que gestionar de nuevo la cadena de provisión con los proveedores y el uso de materiales y equipos.
“Vamos a tener que cumplir los parámetros el 2023 para que en el 2024 se haga la auditoría —a cargo de un ente certificador acreditado por el Instituto Nacional de Calidad —, a fin de obtener la certificación”, explicó.
Las fiestas jubilares del Cusco de este año marcan un nuevo inicio y representan una oportunidad para la reactivación cultural y turística tras la pandemia.
Ostentar la etiqueta verde pondrá en vitrina al Cusco y Perú porque serán reconocidos en el mundo por promover productos turísticos inmateriales amigables con el medio ambiente, lo que permitirá, a su vez, dinamizar la cadena del servicio turístico.
No le faltó razón al escritor cusqueño Enrique Rosas Paravicino cuando afirmó que “el Inti Raymi es la prenda más vistosa que tienen las fiestas del Cusco para mostrarle al mundo”.
Todos los años miles de turistas nacionales y extranjeros llegan para presenciar el imponente espectáculo, declarado Patrimonio Cultural de la Nación y Acto Oficial y Principal Ceremonia Ritual de Identidad Nacional en el 2001, mediante la Ley N.° 27431.
El Inti Raymi, que traducido del quechua significa Fiesta del Sol, es la actividad principal del mes jubilar del Cusco, por eso se celebra el 24 de junio para que coincida con el solsticio de invierno, el día más corto y la noche más larga del año.
Un poco de historia
Cuenta la historia que la festividad del Inti Raymi fue instituida por el inca Pachacútec, en el siglo XV. Comenzó como una tradición religioso-cultural, que se celebraba cada solsticio de invierno (21 de junio) en honor al Sol, para que este no se alejara. Seis siglos después, se ha convertido en una ceremonia de interés turístico y cultural.
El escritor Inca Garcilaso de la Vega cuenta en sus crónicas que el Inti Raymi duraba 15 días, en los que había danzas y sacrificios ofrecidos al Sol.
Durante la extirpación de las idolatrías, en 1532, el virrey Toledo la prohibió por considerarla una ceremonia pagana, contraria a la fe católica. Era celebrada a escondidas.
Tuvieron que transcurrir más de 400 años para que, en 1944, el Inti Raymi fuera reinstaurado en el Cusco con algunas variaciones respecto del rito original.
Jovencitas encandilan con sus sincronizados pasos y gracia durante las danzas al Sol, el dios supremo en la cultura Inca.
Los bailarines lucen trajes multicolores y derrochan buen ritmo durante las coreografías preparadas para homenajear al Cusco.
El cusqueño Julio Gutiérrez Samanez, Amauta de la Artesanía Peruana y personalidad distinguida de la cultura, avaló que “el Inti Raymi es la prenda más vistosa que tienen las fiestas jubilares del Cusco para mostrarle al mundo”.
Contó que en 1943 un grupo de intelectuales del Instituto Americano de Arte, liderado por el historiador Humberto Vidal Unda, ideó instituir un día festivo para el Cusco.
En ese entonces, continuó, el Día del Indio se celebraba el 24 de junio, cercano al solsticio de invierno.
Cuenta la historia que la festividad del Inti Raymi fue instituida por el inca Pachacútec, en el siglo XV.
El 8 de enero de 1944 se acordó celebrar cada 24 de junio el Día del Cusco y la reinserción para la cultura universal de una de las más grandes fiestas del imperio incaico: el Inti Raymi.
“Se tuvo la idea, probablemente de Humberto Vidal Unda, de escenificarla en la plaza de Armas del Cusco, donde en la antigüedad se hacía el Inti Raymi; después se pensó en Sacsayhuamán”, dijo a la Agencia Andina
El también artista plástico, ceramista e ingeniero químico recordó que incluso se formó el Comité Central Ejecutivo del Día del Cusco, que confeccionó el programa de festejos incorporando una gran función de gala, almuerzos de honor y festivales deportivos, la exposición y feria agropecuaria e industrial, y la exposición de artes plásticas.
Así, el 24 de junio de 1944 se escenificó por primera vez la evocación del Inti Raymi —el séquito fue integrado por soldados— en la fortaleza de Sacsayhuamán y tuvo como invitado de honor al presidente de la República, Manuel Prado Ugarteche.
El quechuista Faustino Espinoza Navarro, quien dio vida al primer inca Pachacútec, se encargó de escribir el guion inicial de la escenificación del Inti Raymi. Este año, David Ancca caracterizará al máximo gobernante del Tahuantinsuyo.
"Orgulloso de ser el inca"
En las últimas semanas, David Ancca Cuyo tuvo que multiplicarse para dictar clases de Lengua y Literatura en el colegio Eusebio Corazao de Calca, y, además, estudiar el guion y cada movimiento escénico para su interpretación del inca Pachacútec.
"Es un orgullo encarnar, una vez más, al inca Pachacútec, un personaje muy importante para la cultura; estoy muy agradecido por la confianza depositada en mí", declaró a la Agencia Andina el docente, natural de la provincia de Espinar.
Para Ancca, personificar al máximo gobernante del Tahuantinsuyo no le resulta ajeno, pues ya tuvo similar encargo el 2017, 2018 y 2019. Es convocado, asimismo, para hacer las veces del inca en festividades de otras ciudades.
En 1944, el Inti Raymi o Fiesta del Sol se reinstauró en el Cusco con algunas variaciones respecto del rito original.
Por ello, aseguró, la preparación "es constante" y la complementa con la lectura de autores como Inca Garcilaso de la Vega y Pedro Cieza de León, a fin de lograr una caracterización "impecable". "Actuar me nace", enfatizó.
El docente cusqueño fue elegido de entre nueve aspirantes por la Emufec, con la participación de representantes del Ministerio de Cultura y el Instituto Americano de Arte.
En la evaluación se juzgó la capacidad actoral, conocimiento del guion y dominio del idioma quechua.
Por su parte, sus alumnos, enterados del gran encargo hecho a su profesor, expresaron su alegría y esperan con ansias su interpretación este 24 de junio ante miles de pobladores y visitantes.
En tanto, el papel de la coya recayó en la actriz María Cruz Lima, estudiante de Antropología de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco. Ambos personajes serán acompañados por el elenco de Filigranas Peruanas.
Fuentes: David Ancca / Leonardo Arana
INCA Los elementos dorados, la mayoría de oro, sobresalen en la vestimenta del inca para que, gracias a los rayos del sol que lo iluminan, luzca brillante. Lo trasladaban en un anda que era cargada por los súbditos de mayor jerarquía.
COYA La vestimenta de la coya se caracterizó por el predominio de las joyas de plata, metal que simboliza a la Luna.
Tres escenarios
La imponente ceremonia —solemne en rituales y llamativa por los más de 700 actores que intervienen en la escenificación con devoción e indumentaria vistosa— se desarrolla en sus tres escenarios habituales: templo Qorikancha, plaza de Armas y Sacsayhuamán.
Constituye un acto que atrae a multitudes de diversas nacionalidades y se celebra el 24 de junio, fecha central de las fiestas jubilares del Cusco. Tiene tres escenarios naturales:
Templo del QorikanchaEn un lugar privilegiado de la capital cusqueña, concebido bajo la forma de un puma —una de sus divinidades tutelares—, el inca mandó a construir el Qorikancha, un fastuoso templo consagrado a reverenciar al Sol.
Los incas denominaban apu P'unchao o apu Inti al dios Sol, en cuyo honor fue consagrada la imponente fiesta del Inti Raymi.
El Qorikancha (Cerco de Oro) simboliza la fusión de las culturas Inca e hispana. En las bases de lo que fue el templo del Sol de los antiguos peruanos se levantaron la iglesia y el convento de Santo Domingo.
Sin duda, se trata de una muestra viviente de la convivencia del pasado autóctono con la arquitectura europea. Fue construido con piedras finamente labradas y sus muros estaban cubiertos de láminas de oro y plata.
Plaza de ArmasDurante el incanato, en esta inmensa plaza (el antiguo Auqaypata o Plaza del Guerrero) se desarrollaba íntegramente la ceremonia, en medio del gran ushnu o plataforma ceremonial.
Sacsayhuamán se deriva de los términos quechuas “saqsay” y “waman”, que traducidos al español significan “sáciate halcón”). Este impresionante centro arqueológico se encuentra a 3,555 metros sobre el nivel del mar, a un kilómetro del barrio inca de Qolqanpata.
En la explanada se desarrolla la ceremonia central, que empieza con el emplazamiento ceremonial; le sigue la presentación del informe de los cuatro suyos o regiones (Collasuyo, Contisuyo, Antisuyo y Chinchaysuyo).
Después vendrán los ritos de la chicha, del fuego sagrado, el sacrificio de la llama (camélido andino) y augurios, y del sankhu (pan sagrado). El Q’ochurikuy (estallido de exaltación popular) pone el punto final a la escenificación.
Como parte del Plan Sol, policías se encargan de garantizar el orden durante el mes jubilar del Cusco.
Personal policial, del Indeci y serenos brindan seguridad a los cusqueños y turistas en la Ciudad Imperial.
Para apoyar las labores de seguridad a cargo de la PNP y el Serenazgo, se cuenta con camionetas y motos.
Leonardo Arana Yampé, director de Filigranas Peruanas —asociación que ya ha tenido a su cargo 14 veces la dirección de la evocación— y director general del Inti Raymi, informó que 750 actores estarán en escena este 24 de junio y resaltó que "crece el entusiasmo por tomar parte" en la evocación.
"Cada año hay más identificación de los cusqueños y esperamos que se siga fortaleciendo por el progreso y la unidad espiritual del Cusco", destacó en diálogo con la Agencia Andina.
Parafraseó a la antropóloga Diana Rivas, quien opina que "todo cusqueño, siquiera una vez en su vida, debe participar en la evocación del Inti Raymi".
Arana también puso de relieve que desde que en 1944 se restituyó la evocación de la Fiesta del Sol, que marca el inicio del Año Nuevo Andino, ha habido una constante recreación e investigación; en suma, consideró, se ha vigorizado.
"Por ejemplo, el Encuentro de los Dos Tiempos en la plaza de Armas es una gran innovación; se incluye desde 1984 por iniciativa del director teatral y periodista Guido Guevara", señaló.
En esta parte, el inca pide la presencia del alcalde del Cusco para darle un mensaje, de acuerdo con los tiempos modernos, a través de un quipu.
Asimismo, Arana comentó que las danzas confieren gran vistosidad y color a la escenificación del Inti Raymi. Cada suyo traía bailes dedicados al Sol y a la cosecha creados cada año.
Por ejemplo, el Chinchaysuyo exhibía huacones y la kachampa; mientras que el Contisuyo, la danza del alwi. Esa vistosidad es complementada por las ofrendas al Sol por parte de los jefes de los suyos, como las réplicas en oro y plata de los animales existentes en sus regiones, y muestras de sus cosechas.
Datos útiles
La ciudad del Cusco está ubicada en la cordillera de los Andes, a 3,399 metros sobre el nivel del mar.
ClimaSemiseco y frío. La temperatura promedio oscila entre los 4.2 °C y 19.6 °C. De abril a octubre no hay lluvias, por lo que es la época recomendada para visitar el Cusco.
Acceso- Hay vuelos regulares desde Lima (una hora y 15 minutos) y desde Arequipa (una hora).
- Por vía terrestre la ruta Lima-Arequipa-Cusco, de 1,650 kilómetros, toma 26 horas en auto.
- El parque arqueológico Sacsayhuamán está situado a dos kilómetros al noroeste de la ciudad del Cusco (10 minutos en auto y 25 minutos a pie). El complejo abarca 33 sitios arqueológicos, de los cuales el más conocido es Sacsayhuamán.
- El templo del Qorikancha se encuentra en la plazoleta Intipampa, en la esquina de la avenida El Sol y la calle Santo Domingo.
Galería fotográfica
En 1944 se acordó celebrar cada 24 de junio el Día del Cusco y su fiesta más fastuosa. La primera celebración, en la explanada de Sacsayhuamán, tuvo tal realce que contó con la asistencia del presidente de la República, Manuel Prado. A continuación, un repaso de las ediciones del Inti Raymi de 1975 y 1988.
- Textos: Jessica Olaechea Tejada
- Edición: Félix Paz Quiroz
- Corrección: Gustavo Riega Mogrovejo
- Edición gráfica: Carlos Lezama Villantoy
- Edición de videos: Daniel Bracamonte Maguiña
- Infografías: Paola Osejo Marchino
- Diseño y maquetación: Darío Gutiérrez Gamarra
- Cendoc de Editora Perú: Raúl Borda Pacheco