andMiércoles 31 de marzo
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Once países de América Latina piden cambios a controles fiscales en Carta de Lima

Lima, mar. 30 (ANDINA).- Con la finalidad de poder destinar más recursos para las inversiones públicas, particularmente en infraestructura, once países de América Latina propusieron hoy un cambio en los instrumentos de control fiscal y lo plasmaron en la Carta de Lima, documento suscrito esta tarde por once países de la región.

Esta declaración de principios, probablemente el documento más importante generado en el contexto de la Cuadragésimo Quinta Asamblea Anual de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), contiene ocho puntos y fue firmada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.

Los ministros representantes de esas naciones pidieron que estas inversiones públicas tengan un tratamiento diferenciado en el cálculo de los parámetros a los que están sometidos los gastos corrientes por entidades financieras internacionales.

En particular, implica que el Fondo Monetario Internacional (FMI) flexibilice la forma en que contabiliza el gasto público destinado a proyectos de infraestructura de tal forma que se pueda tener más dinero disponible para los mismos, como puentes y caminos, sin exceder las metas fiscales acordadas con esta entidad multilateral.

Cabe señalar que en aras de reducir sus déficit fiscales, una exigencia del FMI, la mayor parte de gobiernos de América Latina tuvieron importantes programas de ajuste fiscal, que dieron como resultado la racionalización de los gastos, la implementación de reformas y la eliminación de inversiones públicas.

Sin embargo, la restricción de proyectos de inversión pública con retorno económico positivo deteriora estructuralmente esa misma situación fiscal.

El documento suscrito hoy respalda el planteamiento conjunto que hicieron los presidentes de Brasil y Argentina, el 16 de marzo último, para que el dinero que los gobiernos inviertan en proyectos de infraestructura sea contabilizado como inversión y no como gasto.

Los suscriptores precisan que las inversiones y gastos corrientes constituyen hechos económicos con un impacto fiscal distinto pero en la actualidad son tratados como si tuvieran un impacto fiscal idéntico.

Ese tratamiento excesivamente simplificado, cuando es adoptado como centro de las metas fiscales, inhibe la toma de decisiones económicas racionales, agregaron.

"La carta era una forma de buscar medios más eficientes para contabilizar la administración pública", sostuvo el ministro de Economía y Finanzas, Pedro Pablo Kuczynski, luego de la suscripción de la Carta de Lima.

De otro lado, los ministros dijeron que, en el caso del BID, la restricción de las inversiones públicas no ha permitido que la entidad multilateral desempeñe plenamente su misión.

En el 2002 el BID desembolsó el 60 por ciento de su presupuesto para proyectos de inversión pero al año pasado cayó hasta un preocupante 30 por ciento, indicaron.

Frente a ese diagnóstico, los firmantes de la Carta de Lima enfatizaron la importancia y urgencia del perfeccionamiento de los criterios de contabilidad utilizados como parámetro de las metas de política fiscal.

Asimismo, aseguraron que defienden que las inversiones pasen a tener un tratamiento contable adecuado que no inhiba la toma de decisiones económicas racionales.

Dijeron que las inversiones, que ya están sometidas a rigurosos análisis técnicos por las instituciones financieras internacionales, deben tener un tratamiento diferenciado en el cálculo de los parámetros a los que están sometidos los gastos corrientes.

Finalmente, el ministro de Planeamiento, Presupuesto y Administración de Brasil, Guido Mantega, consideró que la Carta de Lima es el producto de conversaciones con gobiernos que tienen afinidades en este momento en que América Latina está ensayando pasos para retomar su crecimiento.

(FIN) WRR / JPC - 30/03/04 21:55




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