Lima, feb. 20 (ANDINA).- El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sostuvo hoy que el programa asistencial para los más pobres que está diseñando el gobierno peruano es una inversión cuya recompensa será la reducción de la pobreza y la creación de capital social a futuro.

“Los resultados obtenidos en otros países donde se ha aplicado este tipo de programa nos muestran que vale la pena esta inversión. Es una inversión a futuro que tiene una recompensa muy clara, reducir la pobreza y crear capital social”, afirmó el representante del BID en el Perú, Christof Kuechemann.

Destacó que estos programas de ayuda directa no son regalos ni subsidios sino transferencias condicionadas porque la población que recibe la ayuda económica asume el compromiso de que los niños acudan a los centros de salud y asistan a las escuelas.

“Es una contraprestación que fortalece el capital humano, lo cual es una buena contribución para la competitividad a largo plazo. Mantener y mejorar la fuerza de trabajo, darle más formación y más salud es, a la larga, mucho más barato que curar”, declaró a la agencia Andina.

Aclaró que el programa de ayuda social tendrá resultados positivos siempre y cuando el programa se concentre en los realmente pobres y se lleve a cabo con mecanismos de control que el país pueda realizar.

Asimismo, indicó que la puesta en marcha de este programa implicaría probablemente el fin de otros programas de asistencia social ya existentes porque el Perú no cuenta con recursos suficientes para solventar todos los programas a la vez.

Del mismo modo, manifestó que el BID ha apoyado con su experiencia y recursos a programas similares efectuados en Brasil y México, donde se realizan con mucho éxito y han contribuido a reducir los niveles de pobreza.

Respecto al costo del programa de ayuda social, el funcionario del BID indicó que aún es prematuro hablar de cifras pues probablemente el programa de asistencia se realice en tramos y ampliando su cobertura paulatinamente.

Por otro lado, Kuechemann expresó que el BID está dispuesto a apoyar la realización del censo este año, cuyo costo fluctuaría entre 30 y 40 millones de dólares, pero remarcó que ello es una decisión del gobierno peruano.

Finalmente, enfatizó que el censo ayudará a focalizar más eficientemente la inversión pública en los diversos sectores sociales especialmente en los más pobres.

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