Montevideo, mar. 02 (ANDINA).- El nuevo Gobierno de Uruguay, presidido por Tabaré Vázquez, puso en marcha hoy el Plan de Atención Nacional de Emergencia Social (Panes) que incluye la entrega de subsidios directos condicionados y que en dos años proyecta atender a unas 200 mil personas indigentes y pobres de este país.

El Panes, financiado con 100 millones de dólares al año, tiene el objetivo de garantizar la alimentación, salud, educación y vivienda de los uruguayos que cayeron en la pobreza a raíz de la crisis económica que afectó ese país en los últimos años.

Para ello, el gobierno de Vázquez ha contemplado la entrega de una ayuda en dinero, cuyo monto aún no ha sido determinado, y que será concedida a cambio de que los beneficiarios aseguren la asistencia de sus hijos a las escuelas y a sus controles médicos.

Según la encargada del nuevo Ministerio de Desarrollo Social, Marina Arismendi, también dirigente del Partido Comunista, el objetivo final es garantizar los derechos básicos de la población y frenar el crecimiento de la pobreza y la indigencia que según el Instituto Nacional de Estadística de Uruguay, alcanzó el 31 por ciento de la población en el año 2003.

En su presentación ante la prensa, Arismendi precisó que el Panes estará dirigido principalmente a los niños, adolescentes, mujeres y hombres jefes de hogar y ancianos que no pueden cubrir ni sus necesidades básicas de alimentación.

El Panes sigue el curso del programa “Hambre Cero” puesto en marcha en Brasil por el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva para atender las necesidades de la población extremadamente pobre de ese país.

Asimismo, en Perú, el gobierno del presidente Alejandro Toledo diseña actualmente un programa de asistencia social que incluye la entrega de subsidios directos condicionados a los más pobres.

En el caso peruano, el programa empezará a ser ejecutado en los próximos meses en 70 distritos rurales y diez ciudades del país.

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