Lima, feb. 07 (ANDINA).- El gerente general de Frecuencia Latina, Alberto Cabello, descartó hoy que la salida del periodista César Hildebrandt se haya producido para favorecer a la candidata presidencial de Unidad Nacional (UN), Lourdes Flores.

"Es absolutamente falso, lo descarto rotundamente. En el canal tenemos diferentes programas periodísticos y diferentes opiniones. Ese ha sido el respeto que hemos tenido con el señor Hildebrandt. El canal no se casa con ninguno de los candidatos, lo único que busca es la objetividad", aseguró.

Señaló que el referido periodista dejó de laborar en este medio de comunicación debido a diferencias con la empresa, como negarse a participar en el programa electoral que será emitido el próximo 9 de abril, día de los comicios generales en el país.

"Nosotros consideramos que Hildebrandt debía conducir el programa de las elecciones del 9 de abril, pero él se negó rotundamente, lo cual fue considerado como una falta de lealtad hacia Frecuencia Latina, porque para nosotros ese programa es fundamental para el país", explicó.

Comentó que por ello les pareció adecuado, desde el punto de vista formal, dar por concluido la relación contractual que por 32 meses mantuvieron con César Hildebrandt, la cual –aseguró- se produjo de mutuo acuerdo de las partes.

"No nos pareció que uno de nuestros más destacados periodistas no quisiera asistir por ningún concepto a un programa de esta naturaleza y que tampoco lo hiciera a las reuniones que teníamos en el canal", acotó.

Subrayó que jamás ha intervenido por interés político en el programa de Hildebrandt, y explicó que las tres o cuatro veces que diálogo con la producción del programa fue para que cumpliera con el derecho a la replica, porque ese es el rumbo que tiene el canal.

"Si eso es interferir en la línea periodística, pues me siento muy satisfecho de hacerlo", agregó.

Asimismo, aclaró que la gerencia de Frecuencia Latina no tenía conocimiento del reportaje que preparaba el programa de Hildebrandt sobre la veracidad de las acusaciones sobre presunta violaciones de derechos humanos atribuidas al candidato nacionalista Ollanta Humala, cuando en 1992 fue jefe de la base militar de Madre Mía, en Tingo María.

"En el tema particular de Madre Mía, la empresa y la gerencia, no se enteran de las notas que estaban trabajando los diferentes programas, así que no es cierto que hayamos sabido el contenido de las mismas", aseguró.

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