Lima, abr. 09 (ANDINA).- Aprovechando la gran movilización de ciudadanos por las elecciones generales de hoy, comerciantes informales de diversos rubros “hicieron su agosto” vendiendo desde sándwiches hasta CD de música y libros en las inmediaciones de los centros de votación de Lima.

   En un recorrido por algunos lugares de sufragio, se observó que el negocio les resultó bastante rentable a los ambulantes, pues no había triciclo ni heladero que no tuviera una gran demanda de productos.

   Yuquitas rellenas al paso, bolsas de trigo y maíz soplado, chicha morada en balde, raspadillas, sándwiches mixtos y hasta de lechón con la cabeza del cerdo exhibiéndose, se vendieron en los alrededores de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en la zona de Lima industrial.

   Similar panorama se presentó en el colegio nacional Concordia, del distrito de La Perla, en el Callao, donde también se pudo encontrar cebiche y jalea al paso, así como hígado frito con papas sancochadas bien calientitas.

   Las gaseosas de marcas conocidas y desconocidas abundaron en las afueras del colegio nacional Gran Amauta, ubicado en la cuadra 35 de la avenida Perú.

   “A un sol la botella chica”, gritaba un vendedor que al promediar las 14:00 horas ya lucía la tinta violeta en el dedo anular de la mano derecha con la que sostenía los envases de plástico negro, rojo y amarillo.

   En las inmediaciones de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) no abundaban los triciclos sino los carromatos que ofrecían “pop corn” (canchita) dulce y salada, sándwiches de jamón con queso en vitrinas de vidrio, así como las ya peruanísimas hamburguesas con todas sus salsas.

   Al lado de algunos de estos comerciantes informales acantonados en la avenida José de la Riva Agüero, donde se encuentra la PUCP, también estaban vendedores de libros y CD “pirata”, que apelaban al aire de intelectualidad que se respira en la zona.

   En otros lugares de Lima los votantes, extenuados por tanta campaña electoral y por las largas colas para sufragar, también aplacaron su hambre y su sed en las afueras de los centros de votación.

   (FIN) MAM/MAM