Viernes 30 de setiembre del 2005
Aprobación de Declaración de Brasilia genera diferencias entre mandatarios de CSN

Por Gerardo Barraza, enviado

Brasilia, set. 30 (ANDINA).- La aprobación de la declaración final de la primera reunión de los países que integran la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN), generó esta mañana un intenso debate entre los mandatarios concurrentes a este foro internacional.

Ello sucedió cuando el presidente venezolano, Hugo Chávez, se opuso a suscribir este documento, tras argumentar que no habían sido incluidas sus propuestas presentadas horas antes.

Chávez propuso, entre otros temas, un plan continental para erradicar el analfabetismo a los jefes de Estado de la CSN.

Indicó que su planteamiento toma como base la experiencia venezolana, país que, el próximo 25 de octubre, será declarado libre de analfabetos gracias a la colaboración de Cuba y tal como lo constatarán organismos internacionales.

También planteó un programa de salud continental y un programa de becas de formación técnica para atender a la población más necesitada de América del Sur. Asimismo, la creación de un banco de fomento al desarrollo para América del Sur, con recursos aportados con los bancos centrales de reserva de los países de la región.

El presidente Toledo intervino para paliar las diferencias, e hizo una invocación al líder venezolano para que desista de su intento de no suscribir el documento, teniendo en cuenta que se trataba de una declaración provisional sujeta a modificaciones posteriores.

"Una planta demora para crecer, pero hay que quererla. Nadie ha dicho que aquí hay una estructura cerrada, la integración que pide el presidente Chávez es un proceso, lo que no podemos ahora es desautorizar a nuestros respectivos cancilleres", enfatizó.

Agregó "tenemos 90 días para incorporar los temas propuestos".

El jefe del Estado peruano invitó al vicecanciller de Uruguay, Rodolfo Nin Noboa y al jefe venezolano, Hugo Chávez, a suscribir el documento.

Manifestó que Chávez estaba generando una confrontación que podía dañar la declaración final del foro sudamericano.

El presidente Lula reiteró, a su turno, que hay 90 días para revisar el documento e incorporar los temas pendientes.

El canciller brasileño, Celso Amorín, a su turno, intervino para referir que el documento a suscribir no es un tratado sino una declaración política y, por lo tanto, provisional.

"Todo lo que aquí se hace es provisional", insistió.

Chávez aclaró que no ha tratado de generar una confrontación sino de hacer un debate para consolidar el documento final.

Tras las diferencias, volvió la calma en el Palacio de Itamaraty. En los próximos minutos los mandatarios presentes suscribirán la Declaración de Brasilia.

(FIN) GBS/JBR