Lima, ago. 18 (ANDINA).- El impacto directo del terremoto en Ica en la economía nacional será probablemente marginal, debido a que la producción del área afectada representa menos del cinco por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) del Perú, señaló hoy Scotiabank.

Indicó que el impacto en la economía regional y local, sin embargo, sería significativo, posiblemente afectando en el corto plazo actividades comerciales y de servicios tanto por el daño a la infraestructura y la interrupción del curso normal de la actividad económica, como por la ausencia temporal de fluido eléctrico.

Asimismo, advirtió que la interrupción en algunos tramos de la Carretera Panamericana Sur podría causar algún retraso en los embarques de las empresas agroexportadoras y textiles de la zona.

A modo de referencia, citó el terremoto del 2001 en Arequipa que tuvo poco impacto en la economía nacional, aunque el impacto en la economía regional fue significativo y duró cerca de dos años.

Anotó que el terremoto de Arequipa fue menos severo, pero afectó una parte más grande de la economía en comparación con la zona afectada por el sismo del miércoles.

Scotiabank destacó que las industrias más importantes de la zona no han reportado ningún daño, incluyendo la planta de fraccionamiento de Camisea en Pisco, las centrales termoeléctricas a gas ubicadas en Chilca, las operaciones de explotación minera de hierro de Shougang en Marcona y las operaciones de la mina de cobre Cerro Lindo perteneciente a Milpo y ubicada cerca de Chincha.

No obstante, añadió que la planta siderúrgica de Aceros Arequipa, la fundición de estaño (Funsur) y la planta de gases industriales de Praxair, todas ubicadas en Pisco, se verían afectadas temporalmente por la falta de energía eléctrica.

El potencial impacto incluye un eventual cierre de minas subterráneas por un determinado número de días para evaluar sus instalaciones, lo que podría tener un leve impacto negativo temporal en el PBI minero, sostuvo.

Asimismo, previó que se produciría una interrupción transitoria de actividades comerciales, de servicios, de turismo y de transporte.

"En el mediano plazo, el evento debería impulsar la construcción, probablemente de manera significativa, en la medida que se destine inversión pública para reponer la infraestructura dañada y que el gobierno apoye las labores de reconstrucción de viviendas a través de los programas gubernamentales como Techo Propio", puntualizó.

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