Lima, ago. 18 (ANDINA).- El arzobispo de Lima, cardenal Juan Luis Cipriani, pidió el cese de los actos vandálicos y el pillaje en las zonas afectadas por el terremoto, e hizo un llamado a la conversión a los que realizan estos actos intolerables, así como a la solidaridad, la serenidad y a seguir colaborando con los hermanos damnificados dentro del orden y el respeto a la propiedad.
“Es el momento que toda esa solidaridad se convierta en un cuerpo de trabajo. El llamamiento es muy claro y firme; no se puede tolerar ninguna acción de pillaje y vandalismo. Lo que ha ocurrido anoche en algunas zonas no se puede tolerar. Estos actos en una situación de dolor son muchísimos más graves. Por lo tanto, a todos hago un llamado a la concordia, a la serenidad y a seguir colaborando dentro del orden y respeto de la propiedad”, indicó en su programa radial “Diálogo de fe”.
Por otro lado, comunicó que ha enviado a diez sacerdotes de la Arquidiócesis de Lima a las ciudades de Pisco, Chincha e Ica para ofrecer consuelo a los pobladores; administrar sacramentos como la Santa Eucaristía, la unción de los enfermos, dar cristiana sepultura a los fallecidos y colaborar en todo lo que sea necesario en la zona.
El primado de la Iglesia Católica en Lima consideró que tras la etapa de la atención urgente a la población afectada por parte de las autoridades, es el momento de delegar las tareas de consolidación de la ayuda humanitaria y luego la reconstrucción de las zonas destruidas por el movimiento telúrico.
“Es el momento de pasar a una etapa de mayor estabilidad, por lo tanto, que cada uno haga bien lo que sabe. Nosotros como Iglesia sabemos de atender hospitales, niños, ancianos. De igual modo, pienso que cada ministerio sabe de su sector”, añadió.
El cardenal Cipriani envió su saludo y oración a los pobladores de las zonas desvastadas por el terremoto e indicó que hay que seguir los ejemplos maravillosos de miles de peruanos y extranjeros que han extendido la mano y que han mirado el rostro de cada uno de todos los que sufren, han visto toda esas escenas y se han movilizado.
“Para la población afectada esperar hasta que pase el dolor cansa mucho, es una pena que agota; pero al mismo tiempo tenemos que fortalecernos entre todos”, dijo.
“En la vida hay muchos momentos en que uno tiene que poner a prueba su fe. Este es uno de ellos, una fe de un Dios que está con nosotros, de una madre de Dios que está con nosotros. Por eso pedimos que la bendición de Dios entre en sus hogares”.
El Cardenal invitó a todos los párrocos del Perú, para que un clamor de oración se eleve a Dios mañana domingo pidiéndole por nuestra patria, por nuestros seres más queridos y también para pedir a Dios por las almas de los fallecidos en este desastre natural.
(FIN) NDP/LZD
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