Lima, dic. 09 (ANDINA).- El Tratado de Libre Comercio (TLC) suscrito hace diez años entre México y Estados Unidos tuvo un impacto positivo para la economía mexicana pues sus exportaciones crecieron en 25 por ciento, la inversión extranjera directa en 40 por ciento y el ingreso per cápita en cinco por ciento, indica un reciente estudio del Banco Mundial.
Sin embargo, precisa que sus beneficios serían mayores si el gobierno mexicano hubiera invertido más en educación, tecnología e infraestructura.
Asimismo, sostiene que la evaluación del impacto en la agricultura es difícil de precisar debido a la complejidad de ese sector, que se mantuvo fuertemente protegido antes de 1993, además de los profundos ajustes macroeconómicos e institucionales adoptados y la devaluación del peso mexicano.
No obstante, la producción mexicana y el comercio de productos agrícolas de ese país aumentaron y la productividad en las tierras irrigadas también creció durante la segunda mitad de los noventa.
Las exportaciones totales agropecuarias mexicanas pasaron de un promedio anual de 2,571 millones de dólares a 4,000 millones en el 2001.
Sin embargo, muchos consideran que el acuerdo resultó muy positivo para la agricultura de exportación pero ha tenido poco impacto en los pequeños agricultores de las regiones del sur del país.
Por ello, coinciden en señalar la necesidad de establecer mayores políticas a favor de la agricultura no exportadora y no irrigada, mayores programas de modernización, de apoyo a la comercialización, de asistencia técnica y subsidios a la inversión.
Además, actualmente existen presiones políticas para que la administración del presidente mexicano, Vicente Fox, renegocie el capítulo agrícola del TLC y aumente las ayudas internas a la agricultura mexicana, en especial para los productores de granos básicos, cerdos y pollos.
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