El documento que contiene 45 puntos, un anexo sobre programas de cooperación y catorce comunicados especiales, fue suscrito esta noche en el salón Gardenia del hotel Los Tajibos, sede de la reunión.

Los presidentes de los 21 países iberoamericanos aprobaron el Acuerdo de Santa Cruz de la Sierra, mediante el cual se crea una Secretaría General Iberoamericana, y deja la aprobación del estatuto de ese órgano a la XIV Cumbre de 2004 de Costa Rica.

Al acto de firma asistieron todos los gobernantes que acudieron a Santa Cruz, excepto el presidente argentino Néstor Kirchner, que viajó horas antes de terminar la cumbre a su país, y el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.

Las principales recomendaciones incluidas en la Declaración de Santa Cruz están referidas a la superación de la pobreza, la reforma del sistema del Consejo e Seguridad de la ONU y el reconocimiento de que los subsidios distorsionan el comercio.

Los gobernantes reconocen que en muchos casos las reformas estructurales han sido insuficientes para acortar las desigualdades y la exclusión social, por lo que la lucha contra la pobreza es "esencial" para consolidar la democracia y evitar la desestabilización.

Se comprometen por tanto a adoptar políticas solidarias para erradicar la extrema pobreza, y exhortan a los países desarrollados, a organismos de cooperación e instituciones financieras a reforzar la ayuda a ese tipo de programas.

El documento aprobado se pronuncia por un eficaz fortalecimiento del multilateralismo y del papel de la ONU, y en favor de una "amplia reforma" del Consejo de Seguridad y del Sistema de Naciones Unidas.

Asimismo advierte que la disminución del financiamiento para el desarrollo y la cooperación multilateral afectan a las sociedades, lo que se "agrava" por la volatilidad de los flujos financieros y de capitales, el descenso de los precios de los productos básicos de exportación y barreras comerciales que, como los subsidios, "distorsionan" el comercio.

Para contribuir, además, a superar las crisis financieras de la región, los países latinoamericanos, España y Portugal ratifican el "deber de resolver de manera efectiva, justa y duradera" el problema de la deuda exterior.

La Declaración expresa su compromiso con la lucha contra el terrorismo en todas sus formas de acuerdo con el derecho internacional.

Además de expresar su decisión de fortalecer la lucha contra las drogas, considerado como un problema mundial, se comprometen a fomentar la concesión de microcréditos para favorecer el desarrollo teniendo en cuenta la equidad de géneros.

También se exhorta al Gobierno de los Estados Unidos de América a que ponga fin a la aplicación de la ley Helms-Burton (de bloqueo cOmercial contra Cuba).

Reiteran su compromiso con la consolidación de la democracia, el mantenimiento del Estado de Derecho y la protección y promoción de los derechos humanos.

La Declaración declara necesario que se amplíen el acceso equitativo, universal y permanente de la población a los sistemas de salud y seguridad social, así como el acceso a los medicamentos esenciales.

(FIN) AGENCIAS/GCO / GRM