En Ayacucho, la festividad cristiana de Semana Santa se celebra durante diez días.

En la capital, Huamanga, las conmemoraciones se inician con el llamado "Viernes Doloroso", anterior al Domingo de Ramos, congregando miles de feligreses alrededor del Señor de la Agonía y de la Virgen Dolorosa, en un encuentro que personifica no sólo el sufrimiento de Cristo sino también el de su madre.
Domingo de Ramos se realiza la tradicional entrada de la "Chamiza" o retama -especie de planta seca- a la Plaza Principal, que consiste en el paso de una tropelía de acémilas y asnos -adornados con ramas de esta planta- jalada por los pobladores que, abriéndose paso entre la multitud, hacen estallar cohetes y bombardas. Al llegar a la Plaza Principal de la ciudad, la "chamiza" es depositada en un discreto emplazamiento al costado de la Catedral, donde permanecerá intacta hasta la madrugada del Domingo de Pascua antes de ser incinerada.
Miércoles Santo acontece la Procesión más significativa de la Semana Santa. El Nazareno, ataviado con un traje de terciopelo morado bordado en oro y piedras que asemejan ser preciosas, se encuentra con la Virgen Dolorosa, con una túnica negra de encaje, llamando la atención los siete puñales que lleva en su pecho. Ambos marchan juntos hacia el templo de Santa Clara, de donde salieron al principio de la jornada, acompañados por María Magadalena y San Juan, en andas.
Jueves Santo, en la catedral el obispo lava los pies de doce personas muy pobres para rememorar este acto de humildad de Jesús. El pueblo se dirige en romería a visitar las 33 iglesias más importantes de la ciudad.
Viernes Santo, se realiza el Sermón de las Tres Horas en la mayoría de las iglesias. Por la noche sale la procesión del Señor del Santo Sepulcro, donde la imagen de Cristo yace en un féretro de cristal adornado con flores blancas acompañado de la Virgen Dolorosa.
Sábado de Gloria, el ritual pagano se hace presente en el cerro Acuchimay, donde se organiza una feria popular en que se venden todo tipo de artesanías, bebidas típicas como chicha, quesos frescos, "pimientos detonantes" y sopas, servidas en mates. La ocasión es propicia para beber la "chacta" o aguardiente de caña y para "chacchar" (masticar) la tradicional hoja de coca.
Domingo de Resurrección, justo cuando el alba colorea con un rutilante celeste la ciudad. Este mismo día la población pasa de la pena y congoja por la muerte de Cristo al canto alegre de himnos de gloria por el Cristo resucitado.

 




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______________________________Creación: Vivian Arauzo, Karem Santos, Luis Incháustegui, Gisella Salmón