Nº28
02 de julio de 2007


 
.......Los pueblos avanzan más rápido
...................que sus estados

Variedades conversó en Santiago con el embajador del Perú en Chile, Hugo Otero Lanzarotti, para quien las nuevas relaciones peruano-chilenas caminan hacia la integración, y se basan en aspectos culturales.



Problemática

El costo social del consumo
Texto: César Chaman
Fotoilustración: Tito PIqué



Educación

El bullying no es un juego
Texto: Humberto García
Fotos: Alberto Orb egoso



Experiencias

Solidaridad palabra que hermana
Texto: Susana Mendoza
Foto: Norman Córdova


Teatro

Los músicos están de fiesta
Texto: Ernesto Carlín
Fotos: Ricardo Choy




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Textos y fotos: José Vadillo desde Santiago de Chile

Hay un “fenómeno poderoso” en las relaciones peruano-chilenas. Como dice Hugo Otero Lanzarotti, “ya dejamos de ser vecinos distantes para convertirnos en vecinos cercanos. A la par, los índices de confi anza entre ambas naciones crecen cada día más”.

El embajador peruano está de acuerdo con el alcalde de Arica, Carlos Valcarce, quien dijo recientemente que “Tacna no vive sin Arica y Arica no vive sin Tacna”. Otero agrega que el intercambio comercial entre ambas ciudades fronterizas es mucho más fuerte que el de ellas con sus respectivas metrópolis. Por su cargo político, ha evitado hablar con la prensa del proceso de extradición del ex mandatario Alberto Fujimori o el diferendo limítrofe marítimo entre ambos países. Considera, empero, que desde Lima los medios olvidamos temas trascendentales para los inmigrantes como la creación, en 2006, del Consejo de Integración Social, que permite una mejor relación en los ministerios de áreas sociales de Chile y del Perú; el acuerdo de gobiernos y las AFP para que los fondos de pensiones de peruanos residentes en Chile retornen al Perú y viceversa. O el trabajo para lograr un acuerdo que permita la homologación automática de los títulos profesionales de peruanos y chilenos.
Hay, también, “un clima muy favorable” para que el Congreso Nacional de Chile
ratifi que en breve el Acuerdo de Complementación Económica (ACE) con el Perú, que permitirá “impactar positivamente” en los 1,200 millones de dólares del intercambio comercial actual.

LOS VECINOS SE CONOCEN

El tema que está bajo todo esto son las nuevas relaciones bilaterales, que se inician en la década pasada, con la migración “popular y social” de peruanos al vecino del sur, atraídos por las buenas nuevas económicas. Hoy, los peruanos son la principal colonia extranjera en Chile.

“De tanto estar en los temas cotidianos, en los confl ictos que nos pueden separar, nos olvidamos que nuestras relaciones bilaterales están cambiando; que los pueblos –que siempre tienden a estar mucho más avanzados que sus propios gobiernos– tienden a la unidad, forzando a que los Estados seamos creativos y aceleremos hacia el acercamiento”. Sostiene que los gobiernos de Chile y el Perú reconocen la importancia del momento que vivimos y por ello, recuerda, toman distancia inmediatamente de las opiniones confrontacionales de políticos o grupos que podrían entorpecer este avance.

EL MILAGRO RELIGIOSO

“La religión nos está dando el milagro de la unidad”, comenta Otero. La Iglesia católica es una de las instituciones que primero ha entendido el reto, así como las conferencias episcopales de Bolivia, Chile y el Perú, que tienen comisiones permanentes de trabajo, en las que abordan tanto cuestiones de fe como políticas sociales en forma mancomunada. En octubre de 2006, el Cristo Morado recorrió las calles santiaguinas y fue recibido en su catedral por 15 mil personas. José Aldunate, reconocido jesuita chileno, ha dicho que, así, la comunidad peruana está dando un aporte teológico, ya que el pueblo chileno es básicamente de formación mariana.

EL FACTOR CULTURAL

El embajador hace hincapié en que “la migración es una oportunidad para trabajar la integración. Siempre lo digo: No es un problema para Chile y el Perú, sino nuestra oportunidad para acercarnos”. Explica que el país del sur “ha sido
muy generoso” en recibir a la comunidad peruana; a la par, los chilenos reconocen el aporte social y cultural de los peruanos, quienes trajeron el “tesoro” de su comida, su fe en el Señor de los Milagros y la forma de hablar.

Hoy existen en Santiago más de 60 restaurantes peruanos y, junto con los capitales de las grandes empresas peruanas, han surgido muchos microempresarios peruanos, como los comerciantes del Mercado Central y Vega Central, en dicha ciudad, grupos reconocidos por el viceministro chileno de Promoción Social. “La idea es incluir, no excluir”, repite Otero. Por ello apoya la propuesta de un currículo escolar en común, para acabar con las diferencias y pensar en el futuro. La “metáfora” de lo que podría ser la educación chileno-peruana se vive en el colegio Alemán, cerca a la estación Mapocho, en una zona como el distrito de Breña, donde el 40 por ciento de los niños son hijos de inmigrantes peruanos pobres. Y todos los lunes los escolares cantan los himnos de los dos países.

La premisa es integrar a ambas comunidades. Por ello, este año se incide en
que la colonia peruana en Chile invite a los chilenos a celebrar juntos el 28 de julio y, en reciprocidad, el 18 de setiembre, participar en las ceremonias por el Día Nacional de Chile. “¡Cómo vamos a separarnos! Hay que invitar, compartir”, agrega Otero. La nueva política de los vecinos es abrir puertas.

 



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