Nº28
02 de julio de 2007


 
.......Solidaridad
...................palabra que hermana

Gracias a un programa de intercambio social, niños y jóvenes de colegios de Nueva York y Lima ayudan a familias pobres de Pamplona Alta a materializar el sueño de la casa propia.



Vecindad

Los pueblos avanzan más rápido que sus estados
Textos y fotos: José Vadillo
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Problemática

El costo social del consumo
Texto: César Chaman
Fotoilustración: Tito PIqué



Educación

El bullying no es un juego
Texto: Humberto García
Fotos: Alberto Orb egoso



Experiencias

Solidaridad palabra que hermana
Texto: Susana Mendoza
Foto: Norman Córdova


Teatro

Los músicos están de fiesta
Texto: Ernesto Carlín
Fotos: Ricardo Choy




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Texto: Susana Mendoza
Foto: Norman Córdova

La cima de un cerro limeño, al sur de la capital, es territorio silente en donde viven personas que decidieron apropiarse de la arena para recuperar su condición humana. Aquí, en Pamplona Alta, a las jóvenes parejas, a las fa milias numerosas con padres ausentes, todavía no les "chorrea" el crecimiento económico, pero han construido un asentamiento optimista, Vista Alegre.

Durante estas mañanas de invierno, el asentamiento humano es abrazado por la neblina. Yuli Medina, madre de seis criaturas tan sólo a los 32 años, no siente frío; sus hijos, tampoco. Ya se acostumbraron, desde hace ocho años, a los amaneceres grises y noches húmedas.

En estos días la visitó un grupo de escolares, peruanos y “gringos”, que al
principio no soportaban el frío. Entusiastas adolescentes que, aunque viven en lugares donde sobran las áreas verdes y la falta de agua y luz resulta inimaginable, creen en la solidaridad.

Son alumnos del Casuarinas College, una escuela del distrito de Surco, y del
Dwight School de Manhattan, Nueva York, uno de los más importantes de Estados Unidos. Gracias al Institute For Civic Leadership, un programa de intercambio social, desde 2006 comparten con las familias de Pamplona Alta del distrito de San Juan de Mirafl ores, trabajo, cariño y solidaridad. Los alumnos del Dwight School son hijos de diplomáticos y representantes de sectores económicos importantes de Estados Unidos. Su sistema de bachillerato internacional los faculta para ingresar a cualquier universidad del mundo. Egresan hablando perfectamente dos idiomas y los preparan para ser cuadros técnicos en sus profesiones.

Yuli Medina, quien no terminó el colegio porque tuvo que cuidar a sus hermanitos,
fue seleccionada por la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, para ser beneficiaria del programa que ambos colegios han creado para atender una de las necesidades básicas más urgentes de la gente que vive en el asentamiento humano Vista Alegre: la vivienda. Medina, además de sus seis vástagos, se encarga de dos hermanitas suyas. Yuli trabaja en una pollería, aderezando el ave más apetecida del Perú, preparando ají, y a veces friendo las papas. Es la mujer orquesta de la "chamba". Su mamá vende papel higiénico por las tardes. Fue elegida, entre cinco personas, para obtener una casa prefabricada, además de dos camarotes y cuatro colchones que corrieron por cuenta propia de los alumnos del Dwight School. Está feliz. Quiere tener su pollería y las lágrimas asoman por sus ojos. Esperanza, le llaman a eso. Yuli no se siente sola, no hay precariedad espiritual: tiene fe.

Vida diferente es la que tiene Andrea von Wunster, de 17 años, hijo de un funcionario de la cervecería Heineken e integrante de este grupo de escolares neoyorquinos. Junto a sus 14 compañeros que Experiencias Lazos
Solidaridad, palabra que hermana Gracias a un programa de intercambio social, niños y jóvenes de colegios de Nueva York y Lima ayudan a familias pobres de Pamplona Alta a materializar el sueño de la casa propia. Viven en el asentamiento humano Los Sauces, también en Pamplona Alta. Fueron seleccionados por el programa para poseer una casa nueva. Tendrá 25 metros cuadrados; sufi cientes para ellos y su bebé de 2 años. Construirán su nuevo hogar al pie del cerro, alejados de las chancherías y los perros. No terminaron sus estudios, se aman, se apoyan para progresar, y reciben la solidaridad de los escolares del Dwight School de Manhattan y de los chicos limeños, con agradecimiento. Esta historia podría inspirar a quienes dirigen el país y a los sectores más ricos del país. Ya es hora.

 

 



Director: Carlos Manrique Negrón
Editor: José Vadillo (jvadillo@editoraperu.com.pe) I Diseño web: Karem Santos / Gisella Salmón