Estados Unidos es el principal destino de los latinoamericanos. The Other Latinos (Los otros latinos) da cuenta de este enorme fl ujo migratorio. José Antonio Mazzotti, uno de los autores de la obra, habla sobre el tema.
¿Sabía usted que el 10% de la población peruana vive fuera del Perú y que el monto total de las remesas que envían es mayor que toda la inversión extranjera?
Acaba de aparecer, con el sello de la Universidad de Harvard, The Other Latinos (Los otros latinos), volumen que da cuenta del enorme fl ujo migratorio de centro y sudamericanos en Estados Unidos. Los compiladores son José Antonio Mazzotti y José Luis Falconí, dos escritores peruanos residentes en ese país.
El campo de los estudios latinos está muy cargado por razones disciplinarias, políticas y nacionales.
¿Han tenido ustedes obstáculos en la elaboración de este volumen? ¿Cómo se ubican en los debates de los tres grandes grupos latinos mexicanoamericanos, puertorriqueños y cubanoamericanos?
– Los estudios latinos se vienen desarrollando desde la década de 1960, con miras
a mejorar la situación de los tres grupos mencionados. Por razones históricas, esos
tres países han sido los principales puntos de origen de la migración latina. Pero con
la diversifi cación del mercado, el excedente de mano de obra y las pocas oportunidades para los profesionales califi cados en toda América Latina, la migración de otros países ha ido creciendo desde la década de 1980. Hoy son cerca de diez millones. Constituyen el 25 por ciento de 40 millones de latinos. Sin embargo, el aparato teórico y metodológico de los estudios latinos ha sido lento en asimilar su producción cultu-ral. En muchas universidades y fundaciones ni siquiera se les considera parte de la población latina.
¿Cuáles serían las características específi cas de la cultura y la literatura de los otros latinos en comparación a los tres grandes grupos?
– Sus vínculos son más claros con sus países de origen. Su lealtad al castellano y a algunas lenguas indígenas, y la preservación de muchas costumbres y valores
nativos resultan elementos que no son fáciles de abordar para los estudiosos tradicionales.
Muchos de los escritores centro y sudamericanos afi ncados en Estados Unidos dan cuenta del descentramiento del exilio y mantienen lazos institucionales, una presencia mediática, incluso, en América Latina como no hacen sus contrapartes angloparlantes de chicanos, puertorriqueños y cubanoamericanos. De ahí la necesidad de este volumen, que se dedica principalmente a estudiar la migración centroamericana, andina y brasileña.
¿Por qué no se incluyeron en el libro estudios sobre otros grupos sudamericanos infl uyentes como los del Cono Sur y el Río de la Plata?
– Hubiera sido deseable, pero por razones de espacio tuvimos que privilegiar
a los grupos más grandes y de mayor trascendencia actual dentro de la economía
y la cultura de Estados Unidos. La migración del Cono Sur es mucho más fluctuante por el hecho de que muchos argentinos y chilenos tienden a volver con mayor facilidad a sus países. El grado de desintegración cultural ahí no es tan fuerte como en Guatemala, Perú o Bolivia, o no se respira el tipo de violencia cotidiana
como en Colombia.
Desde el 11-S, la política de seguridad del Gobierno norteamericano está obligando a los inmigrantes a permanecer en Estados Unidos y haciendo difícil el retorno temporal.
¿Cuáles serán las consecuencias del bloqueo de fl ujos transnacionales en la cultura latina?
– Ése es un aspecto del problema, que va acompañado de la escalada cada vez mayor de deportaciones de ilegales. Aparte de las razones de seguridad, hay que ver también la intención de acelerar la asimilación por parte de sectores políticos conservadores. Es más fácil para los empresarios y empleadores angloparlantes contar con trabajadores que hablen inglés y que ofrezcan una presencia estable. A la vez, los latinos que contribuyen a la economía de sus países con sus cuantiosas remesas alivian parcialmente la situación en los países de origen, por lo que les resultan muy convenientes a los gobiernos de turno en Centro y Sudamérica.
Ahora que ustedes han ensanchado el campo de los estudios latinos, ¿cuál es su próximo proyecto?
– Estamos contentos de que este volumen sirva para modifi car algunas categorías,
como la de "hispano", que resulta insuficiente dada la presencia importante de los brasileños, haitianos y de otras regiones no hispanas de América Latina. Seguimos estudiando la producción de escritores peruanos con un pie en cada lado, como Eduardo González Viaña, Isaac Goldemberg, Eduardo Chirinos y otros.
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